Es gracioso esto de los blogs. No es para paranoicos.
Puede seguirte alguien y ni siquiera te das cuenta.
Es como una ventana sin cortinas que da a la calle y por la calle puede pasar casi cualquiera.
A veces me pregunto cómo será dentro de veinte, de treinta años.
Se me ocurre que un día la humanidad se tapará los ojos, los oídos y no querrá saber ya nada de nada.
No va a haber conejos en el mundo y va a haber miles y miles de perritos de raza.
No podremos oler bosta en el campo pero sí en los desfiles, ¿será así el mundo?
Cuando era chica pensaba que si Dios existía seguro que sufría de un infinito aburrimiento. Tanta y tanta cosa que tenía que escuchar.
Ahora, de casi vieja, pienso lo mismo, sólo que ya no me apiado de él. Cada cual es artífice de su propio destino, pienso.
Y mientras me pregunto y pienso y me contesto resolví seguirme a mí misma, sólo para estar segura de que mi paranoia tenga causa y al menos alguien me esté siguiendo.
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