jueves, 6 de septiembre de 2018

La Admiradora

La Admiradora que era?  Era bruja o era hada? 
Era buena o era mala?
Era cuerda o era loca?
Qué cosa era? Nadie lo sabia bien.
Intentábamos sacarla por el parentesco.  
Yo siempre la tomé un poco en broma. 

Era prima hermana del resentimiento ya que su tío era el fanatismo y su tía la superficialidad.
Se había casado a los dieciséis porque era de amores rápidos.  También se había separado unas siete veces porque era también veloz para los odios.   Pero ambas condiciones le habían permitido tener ya toda una familia de admiradoritos puesta al servicio de los admirables. La admiradora pensaba que pensaba, y era muy de decir  - Porque, como yo digo.- ...y generalmente no decía, repetía nomás, la muy imitadora 
Hasta que un día caí en la cuenta de que era  muy, muy, muy peligrosa. 
Pero no crean que fue hace mucho.  Hace poco me di cuenta. 
Es que nunca la había visto en acción en casos extremos. 
Yo estaba ahí mirando a un incubo, a un demonio devorador de verbo fácil,  y ella apareció, cámara en mano para sacarse una foto. 
Le dijo - ¡Yo a Ud. lo admiro tanto!
El íncubo se retorció de placer.  Y a mi me cayó la ficha.
La admiradora no es bruja, ni hada, ni persona.  La admiradora es una entidad adoradora destinada a convertir a los incubos en dioses, a los dioses en figuritas y a los hombres en bobos. 
Cuando la admiradora aparece, con sus admiradoritos a rastras, hay que mirar más atentamente que nunca.  Adelante, seguro,  hay una zanja. 
Yo tuve una admiradora particular.  Era de andar admirándome y yo creí que era por cariño.  Pero no.  Era esa cualidad del admirador, esa cosa de atribuirte virtudes que no tenés, para luego seguir admirándote u odiarte, según le venga en gana o le convenga. 
Yo en ese momento no vi la zanja.  Y fui a parar al fondo.  Al fondo mismo.  
Ahora estoy un poco más vieja y no soy más sabia, pero como dijo Vizcacha, el del Martín Fierro: "El diablo sabe por diablo, pero más sabe por viejo".  Por eso, cuando la vi sacándose la foto con el incubo, ahí nomas la reconocí.  Ni hada, ni bruja, ni persona. 
Estoy super advertida respecto a los admiradoras.   Toman la forma de hombre o de mujer.  Usan anteojos a veces, otras veces túnicas hiponas o maletines de cuero de marca conocida. 
Yo  les tengo miedo. 
Si Ud. ve que está rodeado de admiradores amigo, cáguese en las patas.  Hágame caso. 
Es un buen consejo. 
No se deje admirar.  Es preferible una sana soledad, una crítica útil y hasta una discusión sobre algo indiscutible. 
Así verá, mi amigo, todas las zanjas. 
Es que es muy feo caerse hasta el fondo y no saber como salir, porque allá, en el fondo, no hay escaleras, ni barandas, ni nada.  Se sale a veces y otras nunca se sale y la gente se queda ahí.  Se queda. 
Mantenga a los admiradores a distancia.  Sepa que la zanja está cerca.  Sonría pero no se lo crea.  Y aprenda a distinguir quién es admirador, quién es persona.  Pocas pistas puedo darle pero se me ocurre una.  Observe al admirador potencial cuando habla con otros, observe atentamente.  Cuando tropiezan con personas vulnerables no las admiran, las trepan. 
Tema siempre a los admiradores, amigo.  No se olvide de este consejo.  Yo quiero que nunca, pero nunca, caiga en la zanja. 
   





jueves, 30 de agosto de 2018

43

El dólar sube y sube.
Miedo para algunos.
Se va a parar en 43.
Pero a esta hora nadie lo sabe.
Es 30/08/2018 y estamos viviendo otra crisis cambiaria.
A bancárselas otra vez amigos.
Cuando pare en 43 van a sentir alivio.
El dólar tiene que descolgarse del peso.
Tiene que descolgarse.
Y es el momento.
El dólar aumentando va a llevar a que bajen las importaciones ¿Eso no era bueno?
El dólar aumentando baja sueldos y jubilaciones ¿Eso no era bueno para bajar los altos sueldos?  Luego habrá que corregir los sueldos bajos en forma urgente.  No se si lo van a poder hacer.  No les veo uña.  Pero bueno...creo que ya no manejan la economía, hay alguien más pensando. 
Ahora hace falta algo que contenga la angustia de la gente.
Moria habla por TV y el mensaje es bueno.  Parece mentira, una mujer tan extraña poniendo calma.
No tengo miedo.
Y si para en 70? loco pero posible.
Chau dólar.
Nos vamos del planeta.
Pero a aveces solos es mejor.




viernes, 20 de julio de 2018

Puma Locuaz

Puma Locuaz nació en León, Guanajuato, hijo de padre mexicano y de madre argentina.
Nació acompañado. Porque es mellizo de Pie Veloz.
Puma Locuaz sabe de palabras.  Sabe de palabras y metáforas porque nació con la habilidad de ponerle nombre a las cosas y a los hechos y hasta a los sentimientos de los otros.  Como si los viera dibujados sobre un papel, listos para ser descriptos con su precisión de diccionario.
Así es Puma Locuaz.
Pie Veloz en cambio nació para comprender al viento.  Quiere sentirlo en la cara, en los manos, en los brazos y en los pies.
Pie Veloz recorre los rincones, las alturas, las bajuras, todo y no puede estar quieto porque el viento se le escapa y no lo puede comprender. 
Pero de tanto insistir un día atrapará al viento.  Lo va a abrazar y lo va a empujar como una pelota.  Lo va a levantar, lo va a alzar y se lo va tomar entero.  Porque Pie Veloz es tan perseverante como certero es Puma Locuaz.
Son mis sobrinos.
Nietos y dignos herederos de Caballo Loco.  El abuelo que no conocieron pero que miraba con los ojos convencidos e ingenuos de Puma Locuaz y se afanaba por atrapar al viento,  como un día de estos lo va a atrapar Pie Veloz.


jueves, 19 de julio de 2018

Soledad

Soledad era una chancha.
Era también el recuerdo de la verdadera Soledad.
Se acercaba, digna y victoriosa con sus 200 kilos a cuestas y se restregaba en las piernas de Carlos como si fuera un cachorrito-  Y entonces había que acariciarla, porque era como que estaba exigiendo una contundente caricia de hombre a chanchita.

Había quedado guacha, solita tras una mala parición.  Y Carlos, el papá del tío José,  que en esos tiempos se sentía también muy solo y triste,  y también un poco extraviado allí en medio de la Pampa,  la adoptó.  Y le puso por nombre Soledad.
Así es que Soledad pasó a formar parte del árbol de memoria de la familia.  Porque se juntaron dos tristezas para hacerse compañía y achicar la melancolía que cae sobre las cosas en el campo, al atardecer.


Vivió una larga vida, plena de pariciones.  Porque nadie pudo volverla jamón en una carneada.  Hubiera sido imposible comerse a Soledad.

Cuando la vida empujó a la familia para el pueblo, ella se quedó en lo del Vasco Sarasola.  Y lo metió en cuanto lío pudo con el vecino, porque le encantaba pasar el alambre y hacerle desastres en el sembrado.
El vasco nunca se quejó de daños ni de gastos.  Así es el vasco Sarasola.  Un amigo de los de antes, de los que entienden lo esencial.
Y allí se quedó Soledad.
Y no  importaba el paso de los años, bastaba con gritar bien alto “Soledad” para que ella apareciera con su trotecito corto, vendaval atropellado, buscando unas caricias.

Y se murió de vieja nomás.  Pero su nombre quedo grabado en el árbol de memoria que sostiene la historia del tío José, y ahora nuestra historia.

Por eso, cuando se acerca la melancolía de la tarde,  la tristeza del atardecer, el crepúsculo lento de la vida, bastará con gritar bien fuerte ¡Soledad! y si te esmeraste en regalar muchas caricias es posible, sólo posible,  que una sombra, un desenfadado vendaval,  se te acerque y se refriegue en tus pantorrillas para achicar la tristeza que el ocaso nos trae.

lunes, 26 de febrero de 2018

Me indina y me repuna

Si bien la ortografía no estaba entre sus méritos, era indudable que era un pensador.
De lector nada de nada, así que sus pensamientos, por así decirlo, eran de puro cuño.
Pensaba en muchas cosas.
Pensaba en la vida y en la muerte. En la riqueza. En el amor. Era un gran cultor del amor porque lo había conseguido de joven y para siempre. Ni él se lo creía. Pero lo había conseguido así, de sopetón y para siempre.
Pensaba sobre los amigos, sobre la trascendencia de la amistad o su intrascendencia. Pero no la llamaba así porque la trascendencia en su mundo sin letras se llamaba tracendensia o de cualquier otra manera, según como viniera el día.
Hasta que llegó facebook.
Ahí se dio a conocer. Eso sí: nunca entendió por qué se le llenaban los cuadritos de palabras subrayadas.
Es que él era un pensador, no un escritor.
El era un pensador oculto, un verdadero Platón, un filósofo de los de antes.
Quiso, sobre todo, explicar en facebook la cuestión de la muerte.
Porque no creía en la inmortalidad del alma.
Pero no le parecía bien eso de matar a los muertos para siempre, así que, aprovechó el facebook para hacerle saber a los muertos, y los vivos, que cuando uno se muere ya es tarde para revanchas.
Le escribía cartas al padre que se había ido ya siendo viejo, pero no lo suficientemente viejo como para que no lo extrañara.
Le decía:
Viejo Querido, te estraño. Vien sabes vos que no la pasamos facil. Que la vida se emperró en dejarnos sin el pan y sin la torta pero nos rebuscamos para no ser tan infelices. La vieja, tu vieja, se murió y los parientes nos prestaron la tumba. Ni para tumba teníamos. Nos criaste como pudiste y no salimos tan fuleros, tal vez porque nos enderezaste a cachetasos cuando nos quisimos torcer. Porque nos quisimos torcer viejo. Te estraño viejo. Me hubiera gustado que la tubieras mas facil porque a la gente que le resulta mas facil la respetan mas en estas tierras. El hombre que nacio con la cuchara de plata en la boca, como dicen, no se enoja, se viste bien y no anda dando lastima. Pero no te preocupes viejo. Nunca nos diste lastima. Al final te jubilaste y yo, la verdad, que nunca los quise mucho a los del gobierno, tuve que darles las gracias. Con gusto lo hice porque jubilado no tenías que arrastrarte. Pero te juro viejo que les di las gracias, pero no se los perdono tampoco. Que como los muertos no tienen revancha yo voy a decir lo que me indina. Porque me indina y me repuna viejo haberles dado las gracias. Pero no los perdono tampoco, ya te dije. Y es raro eso.
Era un pensador. Un filósofo de los de antes. Pero era de ahora. Escribía en el facebook. Para los vivos y los muertos, que no tienen revancha.
Y otro día escribió, filosofando:
Me indina y me repuna, para que lo sepan. Me repuna sobre todo lo que vi en la Capital. Parece tierra de otros. Me viene a la cabeza esa serie de niños gigantes que jugaban con ombrecitos. Yo y mi mujer eramos los ombrecitos y a los gigantes no los vimos pero seguro que abía una mocosa maldita riendose de nosotros que estabamos como atontados con tanta plata que se veia por ai. Y lo que me repuna me indina, si es que se escribe así, pero creo que si y igual no importa. Me indina que los niños gigantes jueguen con nuestras vidas chiquitas. Eso quería decirles.


Como era de verdad filósofo, y la filosofía es cosa de preguntar y responder, un día se preguntó ¿De qué se acordaba Funes el memorioso?...y escribió en el Facebook
¿De qué se acordaba Funes el memorioso? De todo, contaba uno que se yamava Borges. Y por eso reventó.
El pobre Funes se acordaba de todo, de todo, de asolutamente todo lo que había vivido. Y reventó. Porque es malisimo no poder olvidarse de nada, ni siquiera de la ves que le dijiste tonto a tu papá. Pero ¿De qué se acordaba Funes en realidad? Solamente de las cosas que había vivido o leido o le habian contado. O sea que Funes no se acordaba de todo. Eso queria yo decir. Que no siempre todo es todo.
Siempre todo es una parte de todo, no es todo esactamente. Esta es una reflesión que quisiera hacer porque me trajo tristesa. Una ves me pelie con un amigo del alma porque estabamos que los militares si que los militares no que Perón si que Perón no que los radicales si que los radicales no. Y nos peliamos feo y ahora no nos vemos ni en el facebook. Y yo le quisiera decir a mi amigo que yo reflesione sobre el tema y me gustaria volver a hablar con el.
Para decirle a mi amigo que pienso que el problema es que hablamos desde la memoria. Y la memoria es incompleta. Imperfeta para discutir. La memoria sirve para emosionarse, pero no para discutir. Porque uno se acuerda de la emosion, de lo que sintio esa ves que Perón y Balbín se abrazaron (los dos se escriben con acento me dijo mi mujer), uno se acuerda de esa ves que una bomba rompio el espinaso de una persona y uno era chico y le tuvo miedo a la bomba y de la ves que te contaron del chico comunista y maricón torturado hasta morir y sintió orror. Pero ¿que pasa amigo si solo te acordás del del espinaso pero ni te enteraste del chico comunista y maricón? ay viene el problema, ay discutimos y no nos ponemos de acuerdo, solamente porque la memoria es imperfeta o incompleta mejor dicho, como me gusta decir.
Entonces esta este asunto de la memoria. Para eso hay que leer me decia la maestra, para que alguno que sabe mas nos preste la memoria. Pero hay que leer de muchos porque uno sino corre el riesgo de leerse una memoria tambien imperfeta o mejor dicho incompleta como me gusta decir a mi.
A mi amigo me gustaria desirle que hablemos otra vez. Pero me repuna pensar en que se acuerde solo de las cosas feas que le dije. Porque seguro que le ocupan mucho lugar en la memoria, aunque yo no me acuerde solo de las fealdades. Si mi amigo quisiera yo no me acordaria porque me olvidaria porque no soy Funes y el podria tambien olvidarse y podriamos hablar otra ves. Y por ahi armar entre los dos una memoria nueva. Porque a mi me gustaria dejarle a los chicos una memoria nueva, muy conversada, porque ni mi amigo ni yo somos de leer y para armar una memoria nueva ibamos a tener que hablar y hablar. Mi amigo y aprendimos esa costumbre de leer. Como dijo la abuela de las Mirazú. No leíamos ni el Patorusu.




....y continuará????